jueves, 13 de febrero de 2014

Sexto capítulo


Lo que quiero de ti~
—Lo que quiero es...—comenzó—lo
que quiero es de ti...que te unas a mí y me ayudes con mis planes para
el mundo...—me susurró suavemente al oído.
—¿¡Q-qué!?—exclamé
impresionada— ¡No te ayudaré, especialmente porque eres raro y no te
conozco!—le repliqué.
Él arqueó una de sus cejas e hizo una expresión
que cuestionaba lo que acababa de decir.
—¿Seguro que
no?—preguntó—¿Seguro que no has investigado sobre ti, y también has
encontrado cosas sobre mí?—dijo mientras me acorralaba contra una
pared.
Solamente me pude quedar en silencio, debido... a que lo que
había dicho... era cierto...
Al comprobar que su rostro estaba a escasa
distancia del mío noté como me sonrojaba sin quererlo, él me miraba
fijamente a los ojos, y yo hacía lo mismo.Sus ojos carmesí, por alguna
misteriosa razón, me atraían...
—Ese silencio lo tomaré como si tuviera
razón...—me susurró suavemente.
Inmediatamente reaccioné y me zafé de
él, cogí mi rubí, y me transformé.
—Veo que ya sabes hacerlo por
libre...—murmuró sonriente.
—Jamás me uniré a ti—dije poniendo
posición de pelea.
—Si quieres combatir contra mí, vayamos a un lugar
apartado—dicho esto, nos teletransportó a un campo amplio y
vacío.
Ambos nos miramos fijamente durante un corto periodo de tiempo,
y corrimos a atacar al contrario.
—Te venceré, tenlo por seguro—dije
decidida.
De mis manos hice brotar una oscura esfera cargada de
energía negativa, se la lancé, pero él la detuvo,  hizo una ilusión y
me hizo retroceder.
—¿Crees que puedes ganarme?—dijo desafiante.
Lanzó una ráfaga misteriosa y caí de espaldas, antes de que pudiera
levantarme, él estaba a cuatro patas inmovilizando mis brazos con sus
manos.
—No podrás ganarme, portadora—me susurró
desafiante.
—¡Déjame!—le grité.
Antes de que me diera cuenta sus
labios besaban los míos, e incoscientemente dejé de resistirme y mis
párpados caían lentamente cerrando mis ojos.
(Nota de la autora: No sé
por qué estoy en una racha de pensamientos cursis, cosa que no es
normal en mí ._.)
Al separar nuestros labios me quedé en shock,
mirándonos fijamente.
—Esto no aparecía en los libros, pero ambos somos
descendientes de gente importante, no en la sociedad, sino en las
leyendas—me dijo—. Tú tienes el alma de la primerísima primera
portadora, y yo del primero de mi
'especie'— concretó.
—¡¿Es-especie?!—exclamé atónita.
—Por así decirlo...
Me alejé de él lo más rápido que pude, sabía que no tenía que haber pasado nada de eso y me arrepentí de existir.
—Me he estado pensando lo de ayudarte...¿me enseñarías más cosas a cambio de prestarte mi ayuda?...—le pregunté.
—Por supuesto, mañana te empezaré a enseñar—me contestó dulcemente.
Pasaron varios minutos mientras volvíamos, y mi corazón latía cada vez más rápido estando cerca suyo, sabía por la fuerza que eso se debía a un enamoramiento.
—¡A la mierda todo seguiré a mi corazón!—dije rápidamente y lo besé realmente roja.
Él se impresionó con la expresión debido a que era algo típico en pocas personas "loquillas", como por ejemplo yo; aunque lo que más le impresionó fue toda mi reacción que hizo mella en la profundidad del silencio de la noche.
—Sabía que me amabas, al igual que en las otras generaciones los míos amaban a los tuyos y viceversa.—me susurró.
Simplemente seguí caminando algo roja como si nada hubiera pasado.
—¿Ya no me hablas?, ¿acaso ahora me odias?—preguntó en broma.
—¡Cállate!, aún no controlo tener algo como muchas personalidades o cambiar de emoción repentinamente...—dije avergonzada
. —Jajajajaja, tranquila, no pasa nada—contestó con una agradable sonrisa.
Varios minutos más tarde llegamos a donde estaba antes, y nos despedimos. Me adentré en el edificio y vi que Ayaka estaba sentada en un sillón leyendo debido a que me esperaba.
—¿Dónde estabas?
—En ningún sitio importante, sólo estaba dando una vuelta para refrescar mi mente, he pensado en bastantes cosas... por cierto, te tengo que preguntar algo...
—¿Y qué me tienes que preguntar?
—Si tuvieses la oportunidad de aprender cosas sobre nuestros poderes, a cambio de aliarte con tu enemigo o rival, ¿te alíarias con él?...
—No sé qué responderte...—contestó ella—. Vamos a dormir.
Dicho esto fuimos a dormir. Los rayos de sol se filtraban por la fina cortina de tela que cubría la pequeña ventana, despertándome de un sueño lleno de meditaciones sobre él, Shunnsuke.
Al darme la vuelta y abrir los ojos distinguí vágamante una figura masculina en la habitación, me froté los ojos para ver mejor, y para asegurarme quién era cogí uno de mis pares de gafas y me lo puse. Se comenzó a acercar a "mi" cama, y cuando me levanté un poco ya estaba a mi lado, me apartó un mechón de pelo de la cara y me habló dulcemente.
—Buenos días, Yuuna—me dijo él suave y dulcemente.
—¿Sabías que, de no ser porque estoy medio dormida, habría cogido mi Death Note y habría escrito tu nombre en ella?, no es normal aparecer en la habitación de otro sin aviso previo y menos a la mañana—le reproché seriamente.
—Entonces, "discúlpeme señorita"—dijo en broma.
—Ahora fuera,—bostecé— temnho que cambiharme y pehinharme y—volví a bostezar—tehngho suhemnño y eeeehedehmmmm no zé qhué máh.
—Okey, comprendo—dijo, me alborotó el pelo y se fue.
Me peiné, lavé la cara y cambié de ropa. Tras ello bajé a desayunar cuando vi a Shunnsuke atado a una silla con cinta de carrocero sellando su boca.
—¿¡Qué se supone que es esto!?—grité furiosa.
—¡Se ha colado en nuestra casa!—gritó furiosa Ayaka mientras apuntaba a Shunnsuke con un palo. —Esto te pasa por haberte colado, como te he dicho antes—le dije a Shunnsuke mientras lo desataba.
—¿¡Pero qué haseh!?,¡déhalo loquisha!—dijo Ayaka.
—No, debo soltarlo...—contesté terminando de desatarlo.
—¡Estás loca!, ¡¿acaso te has vuelto del otro equipo?!
—Él y yo hemos llegado a un acuerdo, tranquila no es nada malo...
—No le haré daño, te lo prometo—le dijo él a Ayaka.
—¿Y cómo puedo fiarme de tu promesa?
—Por favor confía en él, nos va a ayudar Ayaka...
—Vale...
Dicho esto ella se dirigió a la cocina y comenzó con el desayuno.